El objetivo es lograr que el paciente desarrolle sus capacidades, establezca relaciones satisfactorias con su entorno (laboral, social, familiar y personal), adquiera conciencia y comprenda las emociones, impulsos, reacciones, temores, motivos del malestar que lo aqueja. Por medio del vínculo afectivo entre terapeuta y paciente se busca potencializar la dinámica de la personalidad del paciente para un desarrollo estable.